Emprender tiene que ver con el cambio, con transformar la realidad. El mundo está en continuo cambio. De hecho, estamos asistiendo a un cambio dramático, a unos años muy duros. Lo que está ocurriendo hoy en el mundo son circunstancias muy difíciles que retan a todos de un modo u otro. Negocios, familias e individuos van a verse afectados. Los empresarios estamos acostumbrados a enfrentarnos a situaciones y retos difíciles en nuestros negocios y este no va a ser distinto.
¿Cómo afrontar esta crisis como líderes?
La claridad, precisión y lucidez con la que enfoquemos esta crisis determinará nuestro éxito y el éxito de los que cuentan con nosotros. Esta nueva realidad está transformando a cada sector y a cada empresa. Nuestra habilidad para adaptarnos va a resultar crítica. En esta ocasión, sin embargo, no podemos basarnos en nuestras técnicas de adaptación del pasado. Hoy, si queremos tener éxito, debemos cambiar nuestra mentalidad y adaptarnos a las nuevas circunstancias que no cesan de cambiar día a día e incluso, algunas veces, hora a hora. El modo de alcanzar ese éxito también va a ser distinto las difíciles circunstancias también van a alterar los antiguos procesos.
Nuestra habilidad para enfocarnos en nuestras principales prioridades es esencial para adaptarnos a los cambios que se nos presentan. En primer lugar, debemos establecerlas claramente, determinar cual es la primera, la segunda, la tercera... y luego enfocarnos en alcanzarlas. Lo habitual es que las redes sociales, los medios de comunicación, los últimos comunicados del Gobierno o los últimos acontecimientos nos impulsen a reaccionar olvidando nuestras prioridades.
Hoy, tener claro hacia dónde queremos ir y lo que es necesario hacer para ello y mantenerse firme en ese objetivo es crítico. Así, los elementos que nos pueden guiar a atravesar esta crisis son:
- Visión clara de negocio: Ser capaces de ver que vamos a hacer y a dónde vamos.
- Acción dirigida: Actuar decididamente apuntando hacia esa visión.
- Decidir en base a nuestros valores: No olvidar el conjunto de valores que siempre nos han guiado. Esos valores deben mostrarse y sentirse cada día. No debemos perder nuestros valores por la en tiempos crisis. Debemos seguir siendo ser la misma persona cada día a pesar del estado de alerta y las circunstancias tan difíciles.
Está claro que la presión actual nos empuja y no es fácil mantener la claridad. La vida es adversidad, desafío y superación. Caer y levantarse, fracasar y recomenzar. Esta crisis es una más. Es la experiencia del ser humano. Para conseguir claridad preguntarnos dónde queremos estar de aquí a seis meses, un año, cinco años… nos puede ayudar, preguntarnos qué debo hacer ahora para conseguir ese resultado.
Como empresarios sabemos que podemos tomar la iniciativa. Ante este problema enorme, la técnica es dividirlo en problemas más pequeños que podamos controlar y gestionar y no en aquellos sobre los que no podemos influir. Los resultados nos sorprenderán.
¿Hasta dónde llega nuestra responsabilidad como líderes?
A los empresarios, en casa, nuestras familias, en nuestros negocios o en nuestra comunidad se nos ve como líderes. Esta condición nos obliga más allá de nosotros mismo.
En el ámbito familiar, nuestras parejas, nuestros hijos, nuestros hermanos…, en estas circunstancias, deben vernos serenos, calmados y racionales. Nuestras apreciaciones deben basarse en datos y no sobre rumores. Debemos obtener la información de fuentes serias, rigurosas y fiables para, cuando se preciso, poderla compartir con ellos aportando seguridad.
Alrededor de nuestro negocio hay un montón de empleados que tienen miedo de perder sus puestos de trabajo, hay un gran número de proveedores, acreedores, clientes que simplemente no saben que hacer. Todo está patas arriba. Nuestra capacidad para trasladarles un discurso reflexivo y honesto de cómo vamos a gestionar la situación será de gran ayuda.
Finalmente, como líderes, tenemos también obligaciones con nuestra comunidad. Aportar nuestra visión, compartir un consejo ponderado o nuestra experiencia en situaciones difíciles puede ayudar a otros a superar mejor esta circunstancia.
Comunicar y comunicar
Lo que desprenden los párrafos anteriores es que, en esta situación, debemos poner énfasis en la comunicación. Enfocarnos en la comunicación. Nos están observando. Cuando hablamos con nuestros colaboradores, empleados, amigos, socios, familiares… cada palabra, cada gesto cuenta.
Es importante no esparcir miedo o pánico. Aportar confianza que podemos superar la situación a pesar de las importantes dificultades mediante la razón. Quienes nos rodean se adherirán a los mensajes de calma y serenidad que necesitan en este momento.
Mostrarnos transparentes, reflexivos, vulnerables y honestos en nuestra comunicación es la base de la serenidad que requiere la situación. Nadie espera que tengamos todas las respuestas, pero sí que sepamos hacia dónde vamos y lo que hay que hacer hoy.
Crisis es siempre una oportunidad
Una crisis es siempre una oportunidad para crecer y mejorar como lideres. Debemos salir reforzados de este extraordinario contratiempo. La manera en como actuamos en las circunstancias más complejas y difíciles de la vida es lo que nos define. No como actuamos cuando las cosas van bien y son fáciles, si no cuando se tuercen y resultan penosas y difíciles. Son los problemas, las dificultades y los retos los que crean el carácter del empresario. Tomemos esta crisis como una oportunidad para aprender, para pensar, para planificar, para desarrollar, para las cosas de otro modo, de un modo mejor.
Un último consejo
El último consejo sobre cómo actuar como empresario para superar esta crisis es: ¡cuídate! Haz ejercicio cada día, cuida la alimentación y asegura las horas de sueño, el descanso es fundamental.
En resumen, para afrontar la crisis del COVID-19 con éxito y salir reforzado de la misma es tener claro qué es lo que queremos hacer, actuar en aquello que controlamos, comunica mucho y transmite mensajes sensatos, honestos y información contrastada y, finalmente, cuídate mucho.
Mucha suerte y muchos éxitos.
Lluís E. Guerra Vidiella
AUDITIA